Mi incondicional gusto por el cine de Scorsese inició hace unos 4 años -tenía unos 15 años- por el thriller policíaco titulado Los Infiltrados. Inmediatamente me topé con un cine que me cautivaría en mi incipiente fanatismo por el cine. De ahí en adelante comencé a revisar la filmografía de Scorsese, cada filme que observaba me gustaba aún más, sobretodo, aquellos que tenían a gangsters italianos tan despiados que ni siquiera parecían humanos. Ese jugueteo de la cámara, la música sincrónica con el movimiento de los personajes, las cruentas acciones ejecutadas por la mafia y unas pulcras actuaciones hacían de Goodfellas y Casino unos verdaderos orgasmos visuales sin precedentes en mi retina.
Empero, me dí cuenta que Scorsese era más que gangsters sicilianos machistas y violentos con olor a Whisky y tabaco, Scorsese era la plena y sincera expresión de la versatilidad artística. Y a versatilidad me refiero a las marcadas diferencias entre los géneros en los que ha trabajado. La comedia, el terror, el drama y la fantasía son los terrenos tan dispares en los que Martin Scorsese se ha desempeñado, con maestría.
Su más reciente obra, La Invención de Hugo Cabret,
es claramente su declaración de amor por el cine, su entrega casi enajenada por
las entrañas del cine, su cualidad eviterna, poética y dominante.
La invención de Hugo Cabret, es un filme encantador en toda su expresión, no es perfecto, pero si una digna narración de la sustancia primigenia del séptimo arte. Es pues un autobiografía no declarada explicitamente ya que se halla cubierta de una historia fantástica, mágica y sensibilera filmada con un magnífico 3D. Scorsese aporta una pieza invaluable al cine, que sin duda alguna, será revalorada con mayor conciencia en unas décadas más. Larga vida a Martin Scorsese.
La invención de Hugo Cabret, es un filme encantador en toda su expresión, no es perfecto, pero si una digna narración de la sustancia primigenia del séptimo arte. Es pues un autobiografía no declarada explicitamente ya que se halla cubierta de una historia fantástica, mágica y sensibilera filmada con un magnífico 3D. Scorsese aporta una pieza invaluable al cine, que sin duda alguna, será revalorada con mayor conciencia en unas décadas más. Larga vida a Martin Scorsese.